Lo primero que muchos gamers se preguntan es cómo NVIDIA ha mejorado la RTX 3090 Ti para ser el modelo más potente de toda la generación Ampere RTX 30. Su GPU está basada en la misma GA102, pero se denomina diferente: GA102-350.

Mismo proceso de fabricación, tamaño de die, memoria VRAM, bus… pero, hay 2 toques fundamentales: una memoria GDRR6X a 21 Gbps y más CUDA Cores, aunque se hayan incrementado muy levemente los Tensor Cores y RT Cores.

Eso sí, la evolución a nivel potencia que más se remarca está en los Streaming Multiprocessors: de 82 a 84, los cuales suman 7 Clústeres de procesamiento gráfico y 42 clústeres de procesamiento de texturas adicionales, ¡estamos ante la GPU más potente de la historia de esta plataforma!

Otra de las grandes mejoras es la frecuencia:

• Base: 1560 MHz frente a los 1395 MHz de la RTX 3090.
• Turbo: 1860 MHz frente a los 1695 MHz.

Dicho esto, veréis que los modelos custom tienen frecuencias mucho más elevadas, especialmente la turbo: llegan a los 1950 MHz sin problemas.

Toda esta fiesta de mejoras se paga con una moneda llamada consumo: el TDP de se incrementa 100W. Esto ha obligado a NVIDIA a recomendarnos una fuente de alimentación de 850 W para evitar cuellos de botella indeseables por suministro de energía.

Y es que veréis que la conexión PCIe ha cambiado porque viene con solo un puerto de 12 pines. No os preocupéis por esto porque los fabricantes han incluido un adaptador de 3 cabeceras dentro de la caja.

No solo eso, es una GPU más grande (aún): 70 mm de grosor que la convierten en una GPU de 3.5 slots. Así que, tenedlo en cuenta a la hora de comprarla porque no cabrá en muchas cajas PC.

Para terminar, hay que hablar de la gran diferencia de precio: 500 dólares de diferencia ($1499 vs $1999) respecto a la RTX 3090. Sin embargo, debemos decir que las NVIDIA RTX 3090 Ti no sufren el sobreprecio que sí han sufrido las RTX 3090, por lo que os encontraréis modelos originales más caros que los vitaminados.